Así se diseña un SUV
Martorell.- “Tiene que ser un vehículo que transmita personalidad, fuerza y prestigio”, este fue el encargo de Alejandro Mesonero-Romanos, director de Diseño de SEAT, a su equipo. Pero ¿cómo se consigue que una mezcla de pinturas y mica pueda convertirse en un color elegante? o ¿qué elección de tejidos convierten el interior de un automóvil en sofisticado? Ahora que el SEAT Tarraco se presentó al mundo, descubrimos qué hay detrás del proceso de creación de este tipo de vehículos y las claves de lo que será el nuevo lenguaje de diseño de la compañía:
Amor a primera vista: el 65% de los clientes que compra un SUV lo hace por su diseño exterior. De hecho, sus líneas son uno de los rasgos característicos. “Son más agresivas, fuertes e imponentes”, comenta Xavier Villanueva, diseñador de exteriores de la marca. El frontal es una de las partes más importantes del SEAT Tarraco: “la rejilla tiene una posición más vertical respecto a la de otro tipo de vehículos”. “Esto hace que tenga un cofre más alargado, líneas altas, robustas y alzadas”, añade.
Nuevos desafíos para los diseñadores: el habitáculo de un SUV es comparativamente más grande que el de otros modelos. Estos nuevos volúmenes suponen un reto para el equipo de diseño: “los clientes quieren encontrar un buen equilibrio entre confort, ergonomía, prestaciones… este es otro de los aspectos a tener en cuenta cuando se proyecta un vehículo de este segmento”, añade Daniel Hervás, responsable de diseño de Interiores de la compañía. En el caso específico de SEAT Tarraco, la inclusión de una pantalla flotante fue un reto para el equipo. “A pesar de sus dimensiones, el tablero central no puede perder la ligereza en sus líneas”, concluye Hervás.
La identidad, en un pigmento: “el tamaño, la forma y el target determinan por completo la gama cromática de cada modelo. Cada segmento tiene su color”, comenta Jordi Font, diseñador del departamento de Color&Trim de SEAT. La paleta de un SUV tiene que expresar “seguridad y protección”. “Pide tonos sobrios o metalizados y, dependiendo del tamaño, se puede jugar con elementos como el techo bicolor o determinados acabados”, añade Font. La de SEAT Tarraco está compuesta por ocho tonalidades “que le dan ese ADN elegante que define su carácter”, concluye.
Vestidos para la ocasión: a la hora de escoger los acabados para el mayor SUV de SEAT, se trabajó con materiales premium. “Se seleccionaron tejidos de tipo mélange y, por primera vez, acabados en cromado mate que le dan al modelo un extra de sofisticación”, comenta Amanda López del departamento Color&Trim. Además, para comprobar las múltiples combinaciones de diseño interior se hizo uso de la realidad virtual.
La realidad virtual, la mejor aliada: ya sea para definir la apariencia interior, las líneas exteriores o los aspectos aerodinámicos, esta tecnología juega cada vez un papel más decisivo. “Antes, con los renders, los diseñadores podían ver su trabajo con un 60% de realismo. Gracias al uso de esta tecnología, esa cifra se eleva al 90%. Eso permite ahorrar mucho tiempo en el proceso de diseño”, comenta Manel Garcés, responsable de Visualización de SEAT. Gracias a las reuniones y al trabajo codo con codo, el departamento de Visualización ofrece las herramientas necesarias para optimizar el trabajo de los diseñadores. “En muy poco tiempo, el equipo de interiores puede ver en 3D lo que dibujó minutos antes”, añade Garcés.
Cuatro modelistas y más de 320 horas: a pesar de las nuevas tecnologías, realizar un modelo con clay sigue siendo imprescindible para ver, por primera vez a escala real, las dimensiones del nuevo vehículo. A la hora de dar forma a Tarraco, se utilizaron 5,000 kilos de arcilla y el mayor reto fue “controlar los volúmenes y las proporciones de un vehículo tan grande”, comenta Carlos Arcos, modelista responsable de exteriores.
En su mejor momento: todo el trabajo del departamento concluye con el freeze design, una réplica en resina de lo que será el vehículo final y que sirve para aprobar las líneas del nuevo modelo. Este es el último eslabón del proceso de diseño. A partir de este momento la idea pasa a manos de los ingenieros.