Kyle Larson vivió un fin de semana tan brillante como emotivo en el Bristol Motor Speedway. El piloto de Hendrick Motorsports selló una dominante victoria en la Food City 500 de la NASCAR Cup Series, liderando 411 de las 500 vueltas y llevándose ambas etapas de carrera. Pero más allá del desempeño técnico, esta victoria tuvo un profundo significado personal: fue dedicada a Jon Edwards, su amigo y publicista, quien falleció inesperadamente días antes del evento.
“Esta es definitivamente para Jon”, dijo Larson tras cruzar la meta con su Chevrolet #5. “Ojalá estuviera aquí para celebrar, pero sé que está con nosotros en espíritu”. Con ese mensaje, Larson cerró un fin de semana casi perfecto, en el que también ganó la carrera de la Xfinity Series y terminó segundo en la Truck Series.
NASCAR/Getty Images